Capítulo 12
Jesucristo, Símbolo de la Puerta Estrecha y de Salvación
12:1 Pasaba Jesucristo por diferentes provincias y aldeas enseñando; y encaminándose a Jerusalén, alguien le preguntó: Señor, ¿son pocos los que se salvan?
12:2 Y Jesucristo respondió: Esfuércense en entrar por la puerta angosta; porque estrecha es la puerta que lleva a la salvación La palabra “salvar o salvación” se usaba en lugar de “libre o liberado” de todo aquello que de una forma u otra te aprisionaba emocional, o espiritualmente hablando.
Ya que, al ser libre, puedes tomar mejores decisiones.
, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.
12:3 Pero ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.

Parábola del Redil
12:4 De cierto de cierto les digo: El que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte; ése es ladrón y salteador.
12:5 Más el que entra por la puerta, el pastor de las ovejas es; a éste abre el portero, y las ovejas oyen su voz; y a sus ovejas llama por nombre, y las saca.
12:6 Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen su voz.
12:7 Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños.
12:8 Esta alegoría Los refranes, endechas o alegorías, se han usado todo el tiempo, para hacer más atractivo y comprensible el mensaje que se les transmitía a los asistentes.
Pero, aun así, en ocasiones no entendían y tenían que preguntar.
les dijo Jesucristo; pero ellos no entendieron qué era lo que les decía.

Un Ciego Sanado en Betsaida
12:9 Estando Jesucristo en Betsaida Es muy probable que Betsaida era um lugar pequeño y por eso le llamaban aldea. ; le trajeron un ciego, y le rogaron que lo tocara.
12:10 Y tomando la mano del ciego, lo llevó aparte de todos Lo sacó de los limites de la aldea, villa o comunidad, no de su vivienda, porque ya andaba afuera de su morada. ; y poniendo un poco de saliva en los ojos del ciego, le preguntó si veía algo.
12:11 Y dijo el ciego: Veo los hombres como árboles, pero los veo que andan.
12:12 Luego Jesucristo le puso otra vez las manos sobre los ojos; y esta vez sí vio claramente a todos.
12:13 Y lo envió a los suyos Lo que Jesucristo le quiso decir es, ve a tu morada, con los tuyos, sin entretenerte por la aldea (Betsaida), para que no se lo digas a nadie. Porque no queria que la gente lo siguiera por lo que hacia, sino mas bien por lo que les enseñaba. , diciéndole: No pases por la aldea, ni se lo digas a nadie.

Jesucristo es la Puerta
12:14 Volvió Jesucristo a decirles: De cierto de cierto les digo: Yo soy la puerta por donde entran las ovejas.
12:15 Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y salteadores; pero no los oyeron las ovejas.
12:16 Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo Jesucristo ofrece la fórmula para ser “salvo” Palabra que se usaba en esos tiempos, en lugar de ser “libre o liberado de nuestras ataduras emocionales” Y logrando esa acción en nuestra vida, estamos dando el primer paso para lograr una paz interior, gracias a nuestras apropiadas decisiones. ; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
12:17 El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir.
12:18 Yo he venido ¿A que vino Jesucristo?
Jesucristo con el nuevo pacto, vino a darnos una nueva familia, esperanza y vida para siempre.
para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.

Arrepentíos o Pereceréis
12:19 En este mismo tiempo estaban allí algunos que le contaban acerca de los galileos cuya sangre Pilato había mezclado con los sacrificios de ellos.
12:20 Respondiendo Jesucristo, les dijo: ¿Piensan que estos galileos, porque padecieron tales cosas, eran más pecadores que todos los galileos?
12:21 O aquellos dieciocho sobre los cuales cayó la torre en Siloé, y los mató, ¿piensan que eran más culpables que todos los hombres que habitan en Jerusalén?
12:22 Les digo que no; por el contrario.
12:23 Si no se arrepienten No hay pecado grande o chico, lo único que nesecitas es arrepentirte y vivir uma vida nueva y para siempre. Ese es el único requisito. De lo contrario, no obtendras ese beneficio. , todos perecerán igualmente.

Arregla tus Pendientes Antes de Morir
12:24 Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando ustedes afuera y empiecen a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos; Él les dirá: No sé quiénes son.
12:25 Y ustedes dirán: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste.
12:26 Jesucristo les responderá, no sé de dónde son; apártense de mí, hacedores de maldad.
12:27 Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios Altísimo, y ustedes estén excluidos.
12:28 Porque vendrán aquellos que obedecieron, del este y del oeste, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios Altísimo.
12:29 Muchos postreros serán primero, y primeros serán postreros.

Los Dos Cimientos
12:30 Por qué me llaman Señor y Maestro, ¿y no hacen lo que les digo? Todo aquel que viene a mí En este verso se muestran las tres cosas que debemos de hacer para lograr ser llamados hijos de Dios Altísimo y obtener el nombre “cristiano”
1 Acercarnos a Jesucristo.
2 Oír sus palabras.
3 Hacer lo que se nos enseñó.
, y oye mis palabras y las hace, les indicaré a quién es semejante.
12:31 Semejante es a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.
12:32 Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.
12:33 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.
12:34 Y la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.